La directora gerente del Fondo Monetario Internacional tomó posesión el pasado octubre y se enfrenta ahora a la convulsión económica global por la pandemia del coronavirus. Intervista da El Pais.
A poco que uno empiece a hablar con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre economía, saldrán en la conversación sus orígenes, lo que aprendió sobre la historia de un país y el paso implacable de los cambios. Kristalina Georgieva (Sofía, Bulgaria, 66 años) trabajó vendiendo alimentos en un mercado de la ciudad y se convirtió en profesora universitaria. Vio caer un régimen comunista y su vida dio un giro radical. En 1993, se incorporó al Banco Mundial y al cabo de un tiempo volvió a Europa, donde fue vicepresidenta de la Comisión.
Se postuló como secretaria general de la ONU en 2016, pero fue António Guterres quien acabó siendo designado. En 2017, fue nombrada directora general del Banco Mundial y ya entonces, en una entrevista con EL PAÍS, advertía de que no pensaba retirarse. El año pasado, el FMI eliminó el límite de edad para acceder a la dirección del organismo y Georgieva salió elegida. Tomó posesión en octubre. Cinco meses después, cambió el mundo. El viernes, analizaba en una entrevista por videoconferencia la crisis más grave en generaciones.